Kampf

Claridad, confianza y amor, disputo a cada minuto
de las sombras y hay días en que gano
y días en que pierdo.
Pero los días en que pierdo
conozco más los caminos de las sombras
entonces gano.

Urgueteando

Y urgueteando en una librería encontré un libro pequeñito de poemas, De Amor, se llama, y el poeta es Pedro Salinas, y como casi siempre ocurre, uno de sus poemas vale el librito entero, aquí va con cariño para mis amigos bloguistas:

Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.

El tiempo

después de dártelo
no lo quise para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;
estoy sólo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
-¿adónde se me ha escapado?-
Los pongo en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.

Nada personal

De toda la cantidad de clientes que atiendo en mi negocio, y créanme que es muy variado, hay un tipo de personas que me está llamando la atención.
Los que entran y preguntan.
Preguntan cualquier cosa relacionada con negocios:
¿oye, te ha salido buena esa máquina? ¿cuál producto es el que más se vende? ¿te va bien?, y un sin fin más que no quiero y me da pereza y molestia enumerar.

Tanto ha sido que ahora les pregunto: Usted tiene algo que ver con este rubro? No, me dicen.

Entonces me doy cuenta de que es sólo para obtener información.
Cualquier información, que piensan les puede servir, no saben cuándo, pero les puede servir.
Para no perder el tiempo mientras esperan y obtener algo. Sacar provecho.

Ayer fue una mujer y me pregunta: ¿la tarta está fresca?, la quedé mirando, con rabia, y le dije: Esa pregunta no se hace, si estuviera añeja jamás le dirían!
Entonces me contestó: Es que yo sé que ustedes son honestos.
Si somos honestos entonces nunca le vendería una tarta añeja! pensé y no se lo dije.

Pero ella quedó conforme, hizo la pregunta.

Ahora ya los identifico, sé perfectamente cuándo van a vomitar la garra que succiona alguna ganancia.
Antes había optado por hacerles yo muchas preguntas también. Hasta callarlos.
Ahora opté por divertirme, les contesto todo al revés, me solazo tergiversándoles la información que tanto quieren sacar. Mis conocimientos valen muchos años de trabajo, pienso mientras les contesto sonriente la respuesta errónea.

Y se van felices y satisfechos, con un pastel y algo más de ganancias.
A costa mía no!

Noche

El cuerpo está cansado
los ojos se cierran
no me he sacado los aros
el sonido de la televisión se aleja
el control remoto está perdido en las sábanas
el despertador está lejos
el sueño ya me tiene cubierta
si sólo estirara el brazo
todo estaría en orden
pero ya es tarde.

"Soy demasiado viejo para atraer a las mujeres, pero lo suficientemente rico para pagarlas."

"El hombre que ríe" Víctor Hugo