ladra un perro
no alcanzo a escuchar qué dice
no lo quiero escuchar
hoy no quiero ver sus miradas tristes
olfateando a cada persona
perdidos
esperando a que por acaso
recorriendo las calles
aparezca esa puerta donde entraban y salían felices
cuando aun tenían amo
a quien amar.

Hoy, entre las cuantas actividades diarias, parada esperando en el taller que me entreguen el auto, pasa un cortejo funerario, mientras yo refunfuñaba por lo lento del servicio, y de pronto sentí, ése que va ahí, ya no puede refunfuñar. La cercanía de la muerte me recuerda siempre, que estoy viva, que estoy viva.